Es común analizar la tecnología de la información desde el punto de vista de cómo cambia la manera de hacer las cosas y cómo nos ayuda a realizar actividades tradicionales, desde lo empresarial hasta lo particular. Sin embargo, existen factores como el ético/social que tienden a dejarse de lado, afectando la relación entre la tecnología de información y la seguridad, acceso y protección de la información.
En general, la gente familiarizada con la tecnología de información, considera a los sistemas y a la misma tecnología como elementos, que además de agilizar tiempos de respuestas, reducir costos, y habilitar de manera eficiente los procesos de negocio, permiten y facilitan la ocurrencia de delitos informáticos. Esto pareciera ser un paradigma, ya que si la tecnología de información no existiera, tampoco los delitos informáticos pudieran estar presentes. Pero es que el crimen informático existe, no porque estemos en la era de la cibernética, sino porque la gente es quien crea los programas, el software, los sistemas de información y utiliza la tecnología para producir y perpetrar el delito. En este sentido, hemos visto como a menudo se puede llegar a dudar de los beneficios del uso de la tecnología de la información, su eficiencia y controles implícitos. Pero esta duda está más dirigida a los mecanismos de seguridad y al hecho de poder protegerse de intrusos. ¿Cuántos de nosotros no hemos escuchado decir a diversas personas que no usarán Internet para transmitir los números de tarjetas de crédito o su número de cédula de identidad a los efectos de aprobar una transacción? Pero resulta que esas mismas personas envían fotocopias de estos documentos vía fax para completar una transacción financiera, generando una contradicción. Debemos hacer notar que las facilidades o herramientas para planificar y generar un delito informático en la actualidad, son más sofisticadas que hace 15 ó 25 años atrás y las mismas son directamente proporcionales al desarrollo de la tecnología de información. Asimismo, podríamos pensar que el número de personas que pueden llevar a cabo un acto delictivo vía la tecnología de información, es mucho mayor en la actualidad que en el pasado reciente.
En general, la gente familiarizada con la tecnología de información, considera a los sistemas y a la misma tecnología como elementos, que además de agilizar tiempos de respuestas, reducir costos, y habilitar de manera eficiente los procesos de negocio, permiten y facilitan la ocurrencia de delitos informáticos. Esto pareciera ser un paradigma, ya que si la tecnología de información no existiera, tampoco los delitos informáticos pudieran estar presentes. Pero es que el crimen informático existe, no porque estemos en la era de la cibernética, sino porque la gente es quien crea los programas, el software, los sistemas de información y utiliza la tecnología para producir y perpetrar el delito. En este sentido, hemos visto como a menudo se puede llegar a dudar de los beneficios del uso de la tecnología de la información, su eficiencia y controles implícitos. Pero esta duda está más dirigida a los mecanismos de seguridad y al hecho de poder protegerse de intrusos. ¿Cuántos de nosotros no hemos escuchado decir a diversas personas que no usarán Internet para transmitir los números de tarjetas de crédito o su número de cédula de identidad a los efectos de aprobar una transacción? Pero resulta que esas mismas personas envían fotocopias de estos documentos vía fax para completar una transacción financiera, generando una contradicción. Debemos hacer notar que las facilidades o herramientas para planificar y generar un delito informático en la actualidad, son más sofisticadas que hace 15 ó 25 años atrás y las mismas son directamente proporcionales al desarrollo de la tecnología de información. Asimismo, podríamos pensar que el número de personas que pueden llevar a cabo un acto delictivo vía la tecnología de información, es mucho mayor en la actualidad que en el pasado reciente.
La Ética
La computación está influyendo y cambiando cada día más los procesos humanos y de negocio en nuestra sociedad. En este sentido, las computadoras han cambiado conceptos fundamentales en el tratamiento de las relaciones interempresariales y humanas, y en general han tocado el más mínimo rincón de las sociedades, por más conservadoras y restrictivas que dichas sociedades hayan sido, son y puedan ser. Sin embargo, estos cambios no han debido alterar el concepto de la “Etica” del profesional en general. Es así como la computación y la tecnología de información, ponen y pondrán nuevos retos y problemas en la mesa, a los cuales se le debe hacer frente.Todos estamos conscientes del reto que significa el acceso a grandes masas de información, el cual es permitido por los sistemas de información computarizados con el fin de manipularla, modificarla y destruirla. Los cambios producidos por la tecnología de información sobre los procesos de generación y transmisión de datos son dramáticos, aun en las sociedades menos desarrolladas.Vemos como pasamos de una sociedad altamente centralizada, dependiente, agraria; a una altamente industrializada con alta tecnología. Así, podemos decir que el progreso del hombre va totalmente relacionado con la ética y comportamiento del mismo. En este sentido, la tecnología es creada por los humanos y depende de ellos su uso y “abuso”. La idea que el ser humano pueda discernir desde la adolescencia, no es completamente aplicable cuando estamos hablando de una persona que utiliza un computador. En otras palabras, la tecnología de información es relativamente tan reciente que las sociedades, los maestros y la gente muchas veces tienen poca experiencia en el manejo de la misma, y a veces no se imaginan su potencialidad, retos y riesgos. Muchos de los usuarios finales de computadores no conocen las consecuencias del uso, abuso, y de sus acciones sobre el colectivo en un sistema de información computarizado. Por tanto, muchos de ellos estarán a la deriva dependiendo de su juicio y de lo que ellos crean como sentido común.
La Generación de la Computación y el Vacío de Ética
La ausencia o escasa orientación y educación en el uso de la tecnología de información podría generar casos de ausencia de conciencia sobre los actos delictivos que se cometen por medio de la utilización de medios electrónicos. En nuestro país, la generación de personas con conocimientos de computación podría estar dividida en dos, a saber:> Aquella que aprendió computación en las universidades.> Aquella que desde la niñez tuvo acceso a una computadora. La primera generación se caracteriza por haber tropezado con mecanismos de computación innovadores para la época, con los cuales aprendieron a vivir y a manejarlos habilidosamente. Sin embargo, para esa época muchos de esos elementos tecnológicos tuvieron también que ser aprendidos a fuerza del ensayo y el error.
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